El nombre de Andréi Chikatilo está escrito con sangre en la historia de la Unión Soviética. Este personaje es considerado como el primer asesino serial de este país, a quien se le atribuye la muerte de, al menos, 52 mujeres y niños entre 1978 y 1990. Condenado y sentenciado en 1992, fue ejecutado dos años después.
Origen del asesino
Chikatilo nació en Ucrania el 16 de octubre de 1936. Vivió una niñez de inseguridad e introspección; los nazis tomaron a su padre como prisionero de guerra, el pequeño quedó a cargo de su madre. Desde muy joven sufrió miopía y enuresis nocturna, por lo que estuvo expuesto a las burlas de sus compañeros. Su timidez con el sexo opuesto lo llevó a tener dificultades para relacionarse y su primera relación con una mujer no prosperó debido a su impotencia.
Primer encuentro
Aunque uno de sus deseos era dedicarse al derecho, estudió ingeniería, así como lengua y literatura rusa. Por lo anterior, se graduó cómo maestro en 1971. Su primer acercamiento con los adolescentes lo llevó a cometer sus crímenes: empezó masturbándose al ver a las niñas en sus dormitorios.
Corría el año de 1978 cuando Andréi Chikatilo llenó sus manos de sangre al cometer su primer crimen. La víctima fue una niña de 9 años de edad, a quien llevó a una cabaña para abusar sexualmente de ella. Sin embargo, ocurrió un hecho que cambió la historia de este criminal. Durante el forcejeo con la niña, una gota de sangre hizo que Chikatilo, de 42 años de edad, relacionara la sangre con el sexo, provocándole la muerte con un cuchillo.
Segundo crimen
Ocurrió tres años después, el 3 de septiembre de 1981. En aquella ocasión la víctima fue una prostituta con quien quería mantener relaciones sexuales. Al no tener la erección la joven se burlo de él. Chikatilo la estranguló. El crimen le provocó tal placer que eyaculó sobre el cuerpo de su víctima.
Con el tercer crimen estableció una característica: además de acuchillar a su víctima, le mutiló los ojos. Este hecho se convirtió en la marca de este despiadado asesino. A partir de ese momento, la carrera delictiva de Chikatilo aumentó a 15 muertes para el año de 1984.
El hecho de eyacular demasiado pronto le causaba frustración, por lo que descargaba su odio contra sus víctimas de tal forma que les destrozaba la cara.
La captura
Su primer arresto ocurrió el 14 de septiembre de 1984, en el mercado de Rostov. Sin embargo, no se le pudo demostrar nada ya que su grupo sanguíneo no correspondía al que buscaba la policía. A pesar de esto, Chikatilo no estaba limpio ante la autoridad; tenía un historial criminal menor: había sido detenido por robo pero fue liberado antes de lo establecido.
Aunque siguió su carrera delictiva sin ser descubierto, fue el 6 de noviembre de 1990 cuando un oficial de policía lo vio salir del bosque con rastros de sangre. El hallazgo del cadáver de una joven en esa misma zona, un día después, despertó las sospechas de las autoridades. Este hallazgo y las investigaciones derivadas, llevaron a su captura el 20 de noviembre de 1990.
La confesión
En ese mismo año, el 27 de noviembre, Andréi Chikatilo decidió confesar todos sus crímenes. Al menos de 52 víctimas asumió la responsabilidad. Su inseguridad y sus complejos lo llevaron únicamente a que sus víctimas fueran mujeres y niños. Se ofreció a dar detalles de los crímenes, facilitando así las investigaciones. En sus declaraciones aceptó su debilidad sexual, habló de su familia y de sus actos sexuales. Se le aplicaron diversos estudios psiquiátricos pero al final se le declaró como una persona cuerda. Su juicio se llevó a cabo de abril a octubre de 1992 y el 15 de octubre se le sentenció a pena de muerte. El 14 de febrero de 1994 se hizo cumplir la condena y murió ejecutado.